lunes, 28 de mayo de 2007

TODO POR UNA CABEZA

Quizás nunca logremos entender lo que pasa por el pensamiento de las personas cuando hacen algo, ya sea esto bueno o malo en su momento, porque siempre nos quedaremos con la inquietud y las miles de hipótesis para justificar un acto o hecho.

La historia de Mister Taylor no es más que una demostración de la destrucción continua del mundo, no sólo material sino también de valores y por supuesto del eterno manejo de las grandes potencia sobre los demás.

Si bien es cierto que el texto nos habla de tiempos pasados y de la exportación de cabezas reducidas como un negocio rentable cubierto bajo el pretexto de “Manifestaciones Culturales Hispanoamericanas”. En la actualidad se siguen reduciendo cabezas, pero puestas, es decir, sin necesidad que la persona muera y aun así se siguen exportando con total legalidad.

La técnica que se ocupa para las reducciones de este tiempo es menos dolorosa, se realiza cómodamente y hasta es agradable, se llama televisión.

Desde pequeños la televisión va creando personas con menos capacidad crítica, que acepta todo lo que ve, que crea estereotipos imposibles de alcanzar pero siempre tomando en cuenta a las potencias mundiales y que su única meta es el materialismo, es decir, tener dinero sin importar la forma en la que esto se logre y una vez reducida sus cabezas el siguiente paso es exportarse solos, lo que ha creado en América Latina un fenómeno llamado migración y con esto se mantiene las Manifestaciones Culturales de las tan conocidas y apreciadas Cabecitas Hispanoamericanas.

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